27 mayo 2009

Apus apus

Hola, hola....y digo yo, que alguna ventaja tiene que tener ser autónomo, pues mira, que se me ha presentado la opción de no currar y me he dicho...ea! que así sea! y para las once ya estaba en Zolina con una mañana ventosa y algo fresca pero encantao de la vida.
El viento, meciendo los campos de cereal y creando ese oleaje refulgente dinamiza el entorno haciendo todavía más agradable el paseo hacia la balsa.
Hoy he disfrutado mucho con los Vencejos comunes (Apus apus) que los había a cientos cuando he llegado a la balsa. No parecía molestarles en absoluto mi presencia pues me consideraban como un obstáculo más a evitar en caso de choque. Me he quedado sobrecogido con las evoluciones de (como muy bien los define alguien mucho más instruido que yo) estos aeronautas.
He permanecido quieto un buen rato y os aseguro que algunos pasaban a escaso medio metro de mi persona,,,siuu,,,,,siuu.....siu,siuu....escuchaba el sonido de sus fugaces pasadas....los veía venir hacia mí y en el último suspiro un quiebro y ......siuu.... issshhhhhhh... joder! se me ponía la carne de gallina.
Es alucinante cómo son capaces de volar cientos de ellos sin chocarse jamás y encima alimentándose de comida que también se mueve....os imaginais que nos soltaran a doscientos en un campo de futbol y tuvieramos que perseguir mariposas sin chocarnos? a toda pastilla? ni por el forrin!! en fín, a ver si dejamos de mirarnos el ombligo.
En la balsa ningún cambio, todo sigue su curso. Hoy he visto a los Tarros (Tadorna tadorna) bien cerquita y a un grupito de 5 Archibebes (Tringa totanus) descansando contra el aire a la derecha del dique. Al fondo en la playa asoma una Garza real (Ardea cinerea) entre unos carrizos y cuando me muevo allí descubro una pareja de Pato cuchara (Anas clypeata), el macho con claros signos de eclipse, y que continuan medrando 4 Chorlitejos chicos (Charadrius dubius) aparte de las consabidas Cigüeñuelas (Himantopus himantopus) y los Ánades (Anas platyrhynchos). Nada más en la balsa, por los alrededores cantidad de pajarillos con especial mención a una hembra de Curruca rabilarga (Sylvia undata) a la que he pillado posada y relajándose, incluso cerraba los ojitos de lo "agustitopons" que estaba, y he podido disfrutar como nunca observando todos sus detalles.
Hay que vivir!!

1 comentario:

Oscar Guindano dijo...

La verdad es que esos días de aire es espectacular ver y sentir como te sobrevuelan y casi te rozan con sus afiladas alas!!! Mennudo disfrute!!!! Enhorabuena!

Salu2