Después de comer y aprovechando que no llovía me he pasado por la balsa. Por si acaso se liaba a jarrear y suponiendo que las aves estarían en la zona más al norte he entrado por Badostain.
También me gusta mucho entrar por ahí porque una vez pasado el collado al que lleva la pista desde el pueblo el paisaje que se nos ofrece es cuando menos chocante.
Ante nuestros ojos y desde una altura considerable aparece la balsa en casi toda su extensión, sorprendiendo al paseante que llega por primera vez y llenándonos de satisfacción a los que habitualmente la visitamos.
Después de aparcar junto a la antigua escombrera, colonizada por unas imponentes zarzamoras, me acerco a unos cien metros de la orilla y me ubico en la gloria. Se estaba de escándalo, o por lo menos yo así me sentía, y me he dedicado a lo que más me llena, a observar la naturaleza y tratar de entender la vida a través de ella.
Proclamas existenciales aparte he podido observar a todo el bicherío dedicado a la pitanza, en la zona norte como suponía, y no he visto grandes cambios desde el Viernes. He intentado contar pero muchas de las aves se sumergían y otras estaban muy lejanas para asegurar la especie con certeza.
Puedo deciros que las Fochas (Fulica atra) son alrededor de 200 y los Porrones (Aythya ferina) unos 130. Silbones (Anas penelope), Frisos (Anas strepera) Cucharas (Anas clypeata) y Cercetas (Anas crecca) mantienen efectivos mientras que los Azulones (Anas platyrhynchos) con cerca de 10 y las Reidoras (Larus ridibundus) con al menos 55 aumentan en número. Sólo he visto un Zampullín chico (Tachibaptus ruficollis) pero seguro que andarán por ahí unos cuantos más.
También había numerosas Lavanderas blancas (Motacilla alba) y algún Bisbita (Anthus sp.).
Como no veía al tarro (Tadorna tadorna) me he desplazado unos cientos de metros hacia la playa a ver si lo localizaba y allí estaba. Aseándose el plumaje y dejándome verle muchos detalles del mismo. Ya me he liao, es que lo tenía muy cerca, y he intentado datarlo.
Mi experiencia (poca, no os vayáis a creer) me dice que son unos animales muy cautos y después de darse cuenta de mi presencia ha emprendido vuelo, me ha dao un voltio por encima y como no le he parecido peligroso ha vuelto a posarse donde estaba. Esto lo ha hecho dos veces.
En otro momento observo como gira el cuello casi noventa grados y con un ojo observa el cielo....sigue tranquilo....quito mi carita de ángel del teles y a unos 200 mts. de altura nos sobrevuelan dos Milanos reales (Milvus milvus). No se le escapa una.
Parecía una hembra adulta aunque las manchas castañas y negras de pecho y vientre no estaban muy definidas y presentaba las patas rosadas.
Cuando me ha sobrevolado por segunda vez me he fijado en el borde posterior alar que debería ser negro para un adulto y este lo presentaba casi blanco por lo que deduzco, en una opinión personal, que se trata de una hembra de este año con el plumaje de adulto muy avanzado, cercano a lo que la guía define como primer verano aunque...claro...igual estoy metiendo la gamba hasta el fondo pero como no estaba Killian Mullarney al lao...
Y ahí questao maifrens. Saboreando la vida!
Un abrazo!
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